martes, 13 de noviembre de 2018

Los tigres asiáticos


La República de Singapur es una isla y ciudad Estado situada al sur de la Península de Malaca. Se independizó de Inglaterra en 1963 y de Malasia recién en 1965. Hasta ese momento poseía una economía escasamente industrializada y muy dependiente de su
función de puerto comercial. Entonces, el gobierno estimuló la industrialización fomentando el ingreso de inversiones extranjeras y la instalación de empresas manufactureras estadounidenses y de otros países. Los objetivos eran aumentar los empleos y equilibrar la balanza comercial con las exportaciones manufactureras.
Al principio, las ramas más activas y las que empleaban mayor cantidad de mano de obra fueron la industria textil, de confección, de madera y de alimentación. Desde mediados de los años 70, la política gubernamental se dirigió a estimular el desarrollo de ramas manufactureras más intensivas en tecnología, como la electrónica, la mecánica y la química. Esta política tuvo éxito, de manera que desde mediados de los 90 las actividades industriales más importantes son la electrónica y la petroquímica.



Hong Kong se independizó del Reino Unido en 1997 y pasó a formar parte de China como un área con administración especial. Históricamente su industria se basó en los productos textiles y otros bienes de consumo. Hoy es uno de los principales productores de juguetes del mundo.
Al igual que el resto de los tigres asiáticos, el gobierno de Hong Kong planificó su industrialización. Desde hace años viene llevando a cabo una política de incentivos para la instalación de industrias que incorporen alta tecnología. Después de las zonas industriales de China continental, Hong Kong es la que más inversiones extranjeras recibe en el sudeste asiático. Además, el gobierno ha desarrollado un parque científico y un centro de tecnología industrial. Como resultado de esto, han ido emergiendo nuevas industrias con un gran potencial, por ejemplo, de equipos de telecomunicaciones y software.
En Hong Kong se han establecido numerosas empresas como Mitsubishi, Matsushita, Sanyo y Casio, entre otras, aunque en los últimos años muchas de las empresas de industria intensiva en trabajo han optado por relocalizarse en la zona sur de China continental.

Corea del Sur. El desarrollo industrial coreano desde 1970 puede explicarse por el importante rol del Estado y de la asociación entre este y las empresas privadas. El país fortaleció su sistema educativo invirtiendo fuertemente en ciencia y tecnología; a su vez, adoptó una política de transferencia tecnológica al sector privado. Un ejemplo de esta experiencia es el caso de la empresa Samsung, la cual estaba en esos momentos involucrada en la producción de fertilizantes y en la industria química pesada. El gobierno ayudó a la empresa a pagar los gastos de investigación y desarrollo, mientras que Samsung invertía en la producción y la
comercialización. Paralelamente a esta experiencia, las universidades coreanas crecían y producían nuevos científicos que luego iban a trabajar a Samsung.
Hoy Corea del Sur es uno de los principales productores mundiales de semiconductores, televisores con paneles de cristal líquido y plasma, teléfonos celulares, cámaras digitales, entre otros productos electró­nicos. Recientemente, el gobierno coreano ha empezado a invertir en la industria robótica y aeroespacial.

Taiwán. Su desarrollo se basó en la producción de pequeñas y medianas empresas familiares que invirtieron sus ahorros, recibieron subsidios del gobierno taiwanés y establecieron contratos con compañías extranjeras. En la década de 1960, Taiwán recibió flujos de capital extranjero, principalmente de Estados Unidos, lo que dio impulso al proceso industrial que, en principio, utilizó mucha mano de obra. En la década de 1980 se produjo un giro en la producción, que se orientó hacia actividades que requerían más tecnología de punta.
Taiwán no tenía las condiciones para copiar el modelo de desarrollo de las grandes empresas de los países del primer mundo, por lo que el gobierno estableció un parque científico, un instituto de investigación de tecnología industrial y un paquete de incentivos en impuestos y financiamiento. Actualmente su industria se basa en la producción de computadoras, semiconductores, circuitos integrados, monitores de cuarzo líquido y cámaras digitales. También se destacan la petroquímica, acerías y maquinaria precisa.