La inmigración a
través del mar está sufriendo un repunte en 2014. Durante los ocho
primeros meses del año, España ha recibido más inmigrantes que en el mismo
periodo de 2013, una cifra que se había reducido ese año respecto a 2012.
La seguridad en la
valla y la concentración de las fuerzas españolas y marroquíes en evitar saltos
a través de la frontera terrestre ha hecho que muchos inmigrantes opten
por utilizar balsas de juguete o pateras de gran tamaño para tratar de llegar a
suelo europeo.
Las cifras a nivel
porcentual son muy llamativas respecto al año pasado. Almería ha multiplicado
casi por cinco el número de llegadas a sus costas. Cádiz, debido a los más de
mil inmigrantes que cruzaron el Estrecho en tres días durante el mes
de agosto, ha multiplicado sus cifras por tres.
Carlos Arce,
coordinador del área de inmigración en la Asociación Pro Derechos Humanos en
Andalucía, reduce la importancia de estas cifras: “Nos movemos en unas cifras
tan bajas respecto a 2006 que si vienen unas pocas pateras más que estos
años los porcentajes aumentan de forma tremenda”.
Que los movimientos
migratorios lleguen desde una zona u otra depende, según el coordinador, de “la
presión ejercida por las fuerzas marroquíes en un punto u otro”. Por ello, al
haber un aumento de saltos en la valla durante los últimos años, el mar vuelve
a ser una esperanza para magrebíes, argelinos y subsaharianos.
También aumenta el
número de inmigrantes que utilizan balsas ‘toy’ para viajar hasta suelo
europeo. Esto se debe a un encarecimiento del viaje en patera porque las
mafias, gracias al control español y marroquí, corren un riesgo mucho mayor de
ser detenidas.
Melilla en invierno, la península en primavera y verano
Los movimientos
migratorios en patera durante este 2014 tienen una clara tendencia: Melilla es
el destino principal durante el invierno, la península lo es en primavera y
verano. Esto se debe a las corrientes, a los vientos y a la temperatura, que
hace muy complicado viajar a la península. Por ello, desde enero hasta marzo
llegaron 192 inmigrantes a la ciudad autónoma. Desde abril, no ha vuelto a
llegar ninguno.
Una vez las pateras
dejaron de llegar a la costa melillense, las llegadas a la península
tomaron protagonismo y se multiplicaron hasta llegar a la catarsis de agosto,
cuando más de mil inmigrantes llegaron en balsas ‘toy’ a las costas
gaditanas.
Almeria recibe pocas pero grandes pateras, Cádiz lo contrario
El número de pateras
también es importante a la hora de analizar los movimientos migratorios en el
estrecho. Desde el Cabo de Gata hacia el norte, la península recibe argelinos y
marroquíes, aunque estos últimos son la excepción.
Este tipo de
inmigración se realiza en grandes pateras de hasta setenta personas. Por ello,
aunque las costas murcianas, almerienses y valencianas reciben pocas pateras,
cada una de ellas engordan mucho las cifras. En verano, llegan más al norte,
hasta Murcia o la Comunidad Valenciana.
La costa sur española
es otro cantar. Fuentes de Salvamento Marítimo indican que llegan muchas
pateras. “Es un goteo constante”, aseguran. Por ello, cada uno de los
cayucos suma muy pocos inmigrantes a la cifra total, pero la gran cantidad de
llegadas supone que poco a poco esa cifra aumente hasta niveles muy altos.
20/09/2014
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